Se trataba de la
edición número 34 del Festival Flamenco Juan Talega, pero quienes la han vivido
prácticamente desde sus comienzos, como es el caso del presidente de la Peña de
Dos Hermanas, Juan Rodríguez Rivas, aseguran sin miedo a equivocarse que la noche
que se vivió este sábado, día 14 de junio, fue una de las más memorables de los
últimos años, con unos artistas que se entregaron completamente.
La verdad es que
el Festival Flamenco se desarrolló en su totalidad con absoluta brillantez, y
en un Auditorio Municipal que se encontraba repleto.
El Festival,
presentado por el periodista flamenco Manuel Curao, comenzó con bastante puntualidad,
y lo hizo con un Manuel Cuevas que, para empezar, puso el listón bastante alto,
lo que obligó al resto de los artistas a darlo todo. Junto a Miguel de Tena
salió el guitarrista nazareno Marcos Serrato, el toque local de este Festival y
con una proyección importante, y luego lo hizo el genio, la garra y el arte de
una Aurora Vargas que se entregó por completo y que dejó la silla para marcarse
unos zapateados que hicieron levantarse al público de sus asientos.
La profundidad y la hondura la puso de nuevo Pansequito, que en un momento determinado se hizo acompañar por instrumentos como el violín, y, para finalizar, la garganta inconfundible de un José Mercé al que sólo había que contemplarle el rostro para adivinar que se encontraba feliz ante un público que aguantó en el Auditorio hasta que se encendieron las luces cuando quedaban sólo unos minutos para alcanzar las tres de la madrugada.
En palabras del presidente de la Peña Flamenca Juan Talega, se trató de un Festival "apoteósico", en el que todos, desde los artistas al público, salieron contentos, y que de nuevo vuelve a colocar con fuerza en el panorama flamenco a este Festival nazareno.
La profundidad y la hondura la puso de nuevo Pansequito, que en un momento determinado se hizo acompañar por instrumentos como el violín, y, para finalizar, la garganta inconfundible de un José Mercé al que sólo había que contemplarle el rostro para adivinar que se encontraba feliz ante un público que aguantó en el Auditorio hasta que se encendieron las luces cuando quedaban sólo unos minutos para alcanzar las tres de la madrugada.
En palabras del presidente de la Peña Flamenca Juan Talega, se trató de un Festival "apoteósico", en el que todos, desde los artistas al público, salieron contentos, y que de nuevo vuelve a colocar con fuerza en el panorama flamenco a este Festival nazareno.
Del diario digital
Dos Hermanas:
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