domingo, 25 de septiembre de 2011

Envejecimiento y Asociacionismo

Envejecimiento y Asociacionismo
La sociedad española actual se enfrenta a una realidad demográfica que requiere actuaciones importantes en el ámbito de la convivencia, la integración y el bienestar social.
España envejece, al igual que los países desarrollados, de forma progresiva y rápida. Estamos en el inicio de un fenómeno poblacional que trastocará las estructuras demográficas y que tendrá amplias repercusiones sociales, económicas y culturales. Cambios importantes en nuestra sociedad y que sin duda su protagonismo recaerá en las personas mayores.
Al igual, tendremos que tener en cuenta que también cambian las características personales y sociales de los mayores, en comparativa, tan solo a unas décadas. Un cambio vitalista respondiendo a los cambios globales de nuestra propia sociedad.
En España, gracias al alto nivel de nuestra sanidad pública, avances científicos y al desarrollo de las políticas sociales se vive más tiempo y en condiciones mejores de vida, dando lugar a un porcentaje mayor de mayores; tienen mejor salud; son más participativos y, por lo tanto, tienen que jugar un papel más importante en nuestra sociedad, por deber y por derecho, como cualquier otro ciudadano. Este hecho exige también una adaptación del resto de los grupos sociales, que tienen que anular los estereotipos creados sobre el colectivo de mayores y afrontar la nueva realidad de las personas mayores.
Científicamente se ha constatado el envejecimiento de la población, ahora es el momento de abordarlo dando respuesta a los retos que conlleva. Las personas mayores del siglo XXI son personas sanas, independientes y autónomas con ganas de continuar participando en nuestra sociedad en todos y cada uno de sus ámbitos, por ello exige una respuesta del resto del grupo, en su conjunto. Legitimas aspiraciones, de los mayores, que nos harán enriquecernos con ellos. El envejecimiento de la población es el resultado de importantes cambios. La restructuración de las edades, más personas de edad (65 y más años) que niños (0-14 años), Fuente: INE INEBASE. Estas cifras se acentúan en el medio rural que intensifica su envejecimiento, sobre todo en los núcleos rurales de menor tamaño (nuestro pueblo; Silillos, se enmarca dentro del medio mencionado, población menor de 10.000 habitantes).
La población rural cuenta con un mayor envejecimiento, principalmente en aquellos municipios de menor población, dispersos y con menores dotaciones en servicios básicos y culturales. En estos núcleos pequeños pueden permanecer obstáculos para la vida de las personas mayores, por lo que corresponde la necesidad de la equiparación real de los derechos de los ciudadanos del medio rural con los del medio urbano, porque en nuestra sociedad, la distinción entre “lo urbano” y “lo rural” se enmarca dentro de las diferencias de oportunidades personales y sociales y no tanto en la diferencia de cultura y valores cada vez más cercanos. Para dar cumplimiento al principio de igualdad de oportunidades el medio dónde vivamos no puede marcar diferencias.
Partimos de lo general, de un progresivo envejecimiento de nuestra sociedad. De unas diferencias, en porcentaje mayor en las poblaciones rurales pequeñas, en las oportunidades personales y sociales.
Para ello proponemos el asociacionismo como una forma de acercar las oportunidades, entendemos que podría servir como herramienta clave para la disminución de esas diferencias. Un asociacionismo de personas mayores que cubra las carencias, proponiendo proyecto de envejecimiento y que harán de los mayores personas activas con alternativas disponibles, intentando explorar cosas novedosas y manteniendo las viejas que les dan placer y experiencia. Objetivo por el que trabaja la Asociación de Mayores “El Tamujar” de Silillos
Jesús Alinquer Romero (educador social y experto en intervención en calidad de vida de personas mayores)

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